Para realizarlo, eligieron aleatoriamente a varias personas que encontraron por la calle y las sentaron al lado de varios jóvenes enfermos de cáncer y de sus allegados. Entre ellos no podían verse – pues les separaba un tabique – así que no tenían ni idea de quién estaba al otro lado de la pared.
Nada más sentarse en sus posiciones, se les realizó la misma pregunta a ambos: ¿qué deseo pedirían? Primero empezaron los que no sabían de qué iba el experimento, así que dijeron cosas tan banales y normales como irse de vacaciones, crear un negocio o poder dormir mucho.
¿Te gustó? Compártelo con tus amigos
Blogger Comment
Facebook Comment